miércoles, 7 de octubre de 2015

Noragami -Sobre el pasado y la paciencia-


Capítulos 12/12 + 2 OVAS
Género: Shonen
Impresión: Diferente, con el anuncio y estreno de la segunda temporada.

Es difícil describir a noragami como algo más que shonen, aunque existen quienes argumentan que no se debe utilizar una categoría demográfica para describir un género pero en ciertos casos las convenciones que atienden a esa población objetivo son tantas que bien podrían ser llamadas un género de la misma manera que directores o músicos excéntricos pueden ser descritos solo convirtiendo su nombre a un objetivo.

Ahora, la convención es algo que a las personas suele molestar o de lo que se suele renegar severamente con esperanzas de que cada nuevo descubrimiento resulte ser un acto vanguardista y diferente de todo lo conocido que además logre capturar su atención a pesar de su fórmula alienigena; o son más que sueños utópicos que terminan conformándose con cierta variación y cierta reinterpretación de los cánones establecidos en cómo debe formularse una historia. En este sentido es admirable que ciertas series (Ben-to siendo una de ellas, la otra terminó esta temporada y pronto verán su reseña aquí) se vayan al lado opuesto y escapen de su zona de confort no desafiando lo establecido sino construyendo sobre esas bases.

Noragami puede ser descrito como el shonen más paciente que he visto en mucho tiempo, en doce capítulos abarcando solamente el arco introductorio cuando la tendencia sería de ofrecer un gancho y construir a partir de ahí varias historias cortas y auto-conclusivas que lleven a un climax contra el villano de la temporada. Pone todo el peso de cargar la serie sobre la dinámica de su trío principal, en la caracterización y en un humor absurdo e infantil que es misteriosamente agradable.

Quizá va siendo hora de hablar más sobre la sinopsis: Hiyori es una chica que un día ve a un extraño cruzar la calle con el semáforo en verde y sin pensarlo dos veces, lo empuja cuando estaba a punto de ser arrollado por un camión. La persona que salvó resulta ser un dios (kami, gami cómo terminación debido al rendaku) vagabundo (nora) llamado Yato que cumple cualquier deseo por el módico precio de 5 yen.

De esta manera, la chica punto de vista se involucra en los asuntos de los dioses (sorprendentemente carentes de combates dramáticos para ser un shonen) que ofrecen un vistazo a la cosmología nipona con énfasis en la forma en que se comportan los creyentes y el sistema moral que se ha construido en torno al mismo con una interpretación original, shonen a final de cuentas, de varios conceptos.

El presupuesto no es nada increíble pero hacen magia con lo que tienen, la animación fluida que caracteriza al estudio BONES, el diseño de personajes es variado y agradable con ciertos toques que le dan un estilo único al colocarlo junto a otras series cosa que siempre es importante cuando eres uan serie menor. Por otra parte, la música es inusual, mezclando moderno con tradicional de una forma en que cuesta trabajo acostumbrarse.

La trama es al mismo tiempo lo más cercana a un shonen clásico con un personaje que busca hacerse valer por sus propios medios en un mundo que parece conspirar para dificultar su vida pero la aborda con cierto tono de burla y falta de seriedad al grado de obviarla en menos de tres capítulos para dar paso a la (aparente) subtrama que terminará por devorar el resto de los capítulos antes de dar una vuelta al final y conectar limpiamente la serie como un todo, irónicamente es un todo que omite la mayor parte de las preguntas que plantea y mi opinión no sería tan buena si no hubiera tenido la fortuna de obtener una segunda temporada.

La subtrama que menciono es una aproximación bastante original al inmortal tema de el pasado teniendo repercusiones en el presente que ha sido tratado en una cantidad infinita de series a diversos niveles de profundidad y con diferentes grados de éxito, la aportación que ofrece esta serie y su mayor punto de venta es justamente la forma irreverente en que lo aborda bajo su propio sistema moral dada la mitología (propia de la serie, no la que pidió prestada) involucrada sin importarle herir sensibilidades y usa con maestría sus personajes para presentar diferentes casos de su tema central con una madurez y sutileza inesperadas de este tipo de trabajo, no me resultaría de extrañarse que haya perdido uno o más detalles al ver la serie porque sigue la filosofía de mostrar pero no decir.

El climax parece desconectado del resto en un inicio, pero si consideramos que esta primera temporada de Noragami decidió tener un tema central, opuesto a una trama continua, hace un perfecto cierre para el mismo además de demostrar con maestría de que no había arrojado completamente la trama por la borda, solo nos estaba introduciendo al mundo y su conflicto. Nos planteo muchas preguntas y sin duda ofrecerá muchas respuestas en su siguiente temporada.

En conclusión, Noragami es una serie que sigue las reglas al pie de la letra pero de una forma irreverente que le dota de profundidad y convierte en altamente atractivo algo que, en manos de un autor y director que no gustan de tomar riesgos, pudo haberse convertido en un anime de combate sólido y genérico en lugar de esta serie excéntrica y genuina si bien inofensiva en un sentido económico.

4/5 (Muy recomendable)