Episodios: 12
Género: Drama
Impresión: A menos de que salga un contendiente más fuerte, que con el estado de la industria lo dudo, quizá tengamos aquí una de esas series prodigas que aparecen una vez cada muchísimos años.
Género: Drama
Impresión: A menos de que salga un contendiente más fuerte, que con el estado de la industria lo dudo, quizá tengamos aquí una de esas series prodigas que aparecen una vez cada muchísimos años.
Death Parade tiene una premisa
muy sencilla sobre la cual se envolvió totalmente por un resultado
espectacular: cuando la gente muere llega a Quindecim donde seres humanoides
los juzgan en pares, a partir de juegos que revelan la verdadera naturaleza
humana, para decidir que alma será reencarnada y que alma se perderá en el
vacío. A ese lugar llega una novata sin memoria y ve cómo es que se llevan a
cabo los juicios.
Es una serie episódica que poco a
poco va construyendo su trama (la cual no quiero revelar por nada del mundo)
pero creo que esta entrada la haré de manera anecdótica para alumbrar cuales
son las razones de mis alabanzas ante la serie:
En el primer episodio se nos
arroja a Quindecim con un nuevo par de víctimas (marido y mujer) estando
nosotros tan ignorantes como ellos de cómo funciona el lugar, ellos intentan
participar en el juego de dardos de una forma pasiva y vemos como los miembros
de Quindecim juegan sucio para causar conflicto. La situación se plaga de
recuerdos de los dos participantes antes de morir y levanta preguntas
interesantes, aunque bastante usadas en el medio, sobre la relación que
tuvieron esos dos antes de morir, con una especial atención en mostrar su
rápido descenso a la locura y un actuar no civilizado que va exaltándose más a
lo largo de esos 22 minutos de capítulo hasta que llega a climax. El resultado
es sorprendente en el sentido en que no es políticamente correcto o al menos
así me lo pareció.
Lo primero que notamos es el
enorme contraste entre la apertura (alegre, bombástica y elegante) con la
presentación del capítulo (cruel, seria y centrado en lo sucia que puede ser
una persona) pero eso ya lo habíamos visto de cierta manera con Paranoia Agent
y la premisa me pareció muy a la par con jigoku shojo (buen anime, aunque tal
vez demasiado largo para su propio bien).
A pesar de las pocas expectativas
que tenía, no sé si la brutalidad o que el final haya causado una disonancia
entre la presentación y la conclusión real, Death Parade logró apresarme en sus
preguntas y me quedé sentado un rato, reflexionando sobre que pensar de la
serie. Al final tuve una revelación y me hizo sentir bien, era una serie
inteligente o que no te tomaba de la mano y mi impresión mejoró mucho, aunque
seguía el problema de que buscaba escandalizar o pretender ser una serie «ruda»
y eso no le daba mucho futuro.
En el segundo capítulo me bajo de
mi nube, siendo una repetición del primero desde otra perspectiva y
definitivamente el más débil de toda la serie. Dijeron tal cual las cosas que
había pensado y mis expectativas cayeron por los suelos.
¿Qué ocurrió entonces entre el
capítulo dos y el capítulo doce? Demostró ser una serie con agallas que sabía
lo que hacía en cada momento y ninguna escena estaba fuera de su lugar, la
música tejía el ambiente a la perfección y cada exploración de la temática era
tan sólida como la anterior y las siguientes pero aún permanecía ese mal
fundamental en su planteamiento, un error sobre la concepción de la vida misma
y del comportamiento de los seres humanos que podría, o no, chocar con la
concepción de la audiencia y de la realidad porque al final toda fantasía no es
más que un reflejo de la realidad hasta cierto punto y el visitarla implica una
suerte de proyección. Aquí no había ni fantasía de poder como en otras series
de este tipo, que permitiera catarsis y obtuviera audiencia de eso, solo eran
humanos siendo humanos en todo su apogeo incluyendo esas partes que nos
gustaría pretender que no existen.
Entonces llegó la recta final en
la serie y todas las críticas posibles de la serie desaparecieron por completo,
sus aparentes fracasos no eran más que leves empujones para que la
cuestionáramos y nos adelantáramos a ella, esos fallos conocidos por la misma
historia son lo que dan pie a toda la historia justo como debería de ser: Muestra,
no digas.
La base de Death Parade recae en
el existencialismo y la explicación que le podemos dar a la realidad durante
nuestra vida y lo que viene después, es una base muy sólida como bien podríamos
apreciar a partir de los filósofos y las religiones de nuestro mundo real que
han venido pensando desde el uso del lenguaje una explicación real para eso y
llegan siempre a diferentes conclusiones. A pesar de ser entretenimiento no se
toca el corazón a la hora de tratar temas difíciles, los taclea en toda su
crudeza y no espera ser popular, solo tiene una historia que contar.
Me resulta irónico que en estos
últimos dos años del anime, viendo acelerado su espiral decadente hacia una
producción en masa, las relaciones más humanas puestas en sus historias sean entre
jueces no-humanos e incompetentes encargados de juzgar (y lo hacen de manera
injusta) a humanos muertos que muy frecuentemente fueron horribles también en
vida. Ni si quiera existe un romance o una amistad entre los personajes a final
de cuentas pero contar la clase de relaciones que se forman es más bien
arruinar la belleza de los capítulos finales.
Desgraciadamente, estoy
consciente que no es para todos y no lo digo de una manera presuntuosa sino
porque por un momento pensé que no sería para así como Mirai Nikki o Deadman
Wonderland no lo fueron. Su énfasis en la temática elegida, de una naturaleza
tan oscura que muchos trabajos que se precian de eso ya quisieran igualar,
podría resultar demasiado para algunos y la impecable estructura realizada por Tachikawa
hace que sea muy fácil perderse en el camino, no soportarla y dejarla ir pero
con un solo capítulo sin ver, el argumento queda trunco y su magia desaparece.
También, al distraerte, podrías perderte gran parte de su magia porque así como
tiene una dirección bastante agresiva, también te hace tejer otra historia en
tu cabeza a través de sutiles claves y conversaciones. Sin este sustrato de
sutileza bien podrías estar viendo otra cosa y el encanto también desaparece.
Estoy bastante seguro que será un
fracaso en ventas y caerá en el olvido del público general pero tendrá algunos
admiradores fervientes que lo convertirán en un clásico de culto y si Tachikawa
continua con la dirección que lleva, bien podría convertirse en alguien de
importancia en un futuro. Él realizo Death Parade desde cero y con amor,
escribió pensando perfectamente en lo que quería decir y planificó cada escena
para comunicarlo.
Death Parade cumple con todas las
razones por las que comencé a ver anime en primer lugar, es atrevido y deja mucho que pensar, definitivamente está
muy por encima de todo lo visto este año y el pasado (que no sean adaptaciones
de cosas geniales pero viejas, como Mushishi).
5/5
PD: Estoy escribiendo estos mismos reviews para Ciudad Friki donde, además, hay más contenido. La diferenciación de contenido entre ciudad friki y este blog radica en que solo aquí abordare series viejas que apenas me he dignado a ver.