martes, 31 de marzo de 2015

Death Parade -Una serie para morirse-


Episodios: 12
Género: Drama
Impresión: A menos de que salga un contendiente más fuerte, que con el estado de la industria lo dudo, quizá tengamos aquí una de esas series prodigas que aparecen una vez cada muchísimos años.

Death Parade tiene una premisa muy sencilla sobre la cual se envolvió totalmente por un resultado espectacular: cuando la gente muere llega a Quindecim donde seres humanoides los juzgan en pares, a partir de juegos que revelan la verdadera naturaleza humana, para decidir que alma será reencarnada y que alma se perderá en el vacío. A ese lugar llega una novata sin memoria y ve cómo es que se llevan a cabo los juicios.

Es una serie episódica que poco a poco va construyendo su trama (la cual no quiero revelar por nada del mundo) pero creo que esta entrada la haré de manera anecdótica para alumbrar cuales son las razones de mis alabanzas ante la serie:

En el primer episodio se nos arroja a Quindecim con un nuevo par de víctimas (marido y mujer) estando nosotros tan ignorantes como ellos de cómo funciona el lugar, ellos intentan participar en el juego de dardos de una forma pasiva y vemos como los miembros de Quindecim juegan sucio para causar conflicto. La situación se plaga de recuerdos de los dos participantes antes de morir y levanta preguntas interesantes, aunque bastante usadas en el medio, sobre la relación que tuvieron esos dos antes de morir, con una especial atención en mostrar su rápido descenso a la locura y un actuar no civilizado que va exaltándose más a lo largo de esos 22 minutos de capítulo hasta que llega a climax. El resultado es sorprendente en el sentido en que no es políticamente correcto o al menos así me lo pareció.

Lo primero que notamos es el enorme contraste entre la apertura (alegre, bombástica y elegante) con la presentación del capítulo (cruel, seria y centrado en lo sucia que puede ser una persona) pero eso ya lo habíamos visto de cierta manera con Paranoia Agent y la premisa me pareció muy a la par con jigoku shojo (buen anime, aunque tal vez demasiado largo para su propio bien).

A pesar de las pocas expectativas que tenía, no sé si la brutalidad o que el final haya causado una disonancia entre la presentación y la conclusión real, Death Parade logró apresarme en sus preguntas y me quedé sentado un rato, reflexionando sobre que pensar de la serie. Al final tuve una revelación y me hizo sentir bien, era una serie inteligente o que no te tomaba de la mano y mi impresión mejoró mucho, aunque seguía el problema de que buscaba escandalizar o pretender ser una serie «ruda» y eso no le daba mucho futuro.

En el segundo capítulo me bajo de mi nube, siendo una repetición del primero desde otra perspectiva y definitivamente el más débil de toda la serie. Dijeron tal cual las cosas que había pensado y mis expectativas cayeron por los suelos.

¿Qué ocurrió entonces entre el capítulo dos y el capítulo doce? Demostró ser una serie con agallas que sabía lo que hacía en cada momento y ninguna escena estaba fuera de su lugar, la música tejía el ambiente a la perfección y cada exploración de la temática era tan sólida como la anterior y las siguientes pero aún permanecía ese mal fundamental en su planteamiento, un error sobre la concepción de la vida misma y del comportamiento de los seres humanos que podría, o no, chocar con la concepción de la audiencia y de la realidad porque al final toda fantasía no es más que un reflejo de la realidad hasta cierto punto y el visitarla implica una suerte de proyección. Aquí no había ni fantasía de poder como en otras series de este tipo, que permitiera catarsis y obtuviera audiencia de eso, solo eran humanos siendo humanos en todo su apogeo incluyendo esas partes que nos gustaría pretender que no existen.

Entonces llegó la recta final en la serie y todas las críticas posibles de la serie desaparecieron por completo, sus aparentes fracasos no eran más que leves empujones para que la cuestionáramos y nos adelantáramos a ella, esos fallos conocidos por la misma historia son lo que dan pie a toda la historia justo como debería de ser: Muestra, no digas.

La base de Death Parade recae en el existencialismo y la explicación que le podemos dar a la realidad durante nuestra vida y lo que viene después, es una base muy sólida como bien podríamos apreciar a partir de los filósofos y las religiones de nuestro mundo real que han venido pensando desde el uso del lenguaje una explicación real para eso y llegan siempre a diferentes conclusiones. A pesar de ser entretenimiento no se toca el corazón a la hora de tratar temas difíciles, los taclea en toda su crudeza y no espera ser popular, solo tiene una historia que contar.

Me resulta irónico que en estos últimos dos años del anime, viendo acelerado su espiral decadente hacia una producción en masa, las relaciones más humanas puestas en sus historias sean entre jueces no-humanos e incompetentes encargados de juzgar (y lo hacen de manera injusta) a humanos muertos que muy frecuentemente fueron horribles también en vida. Ni si quiera existe un romance o una amistad entre los personajes a final de cuentas pero contar la clase de relaciones que se forman es más bien arruinar la belleza de los capítulos finales.

Desgraciadamente, estoy consciente que no es para todos y no lo digo de una manera presuntuosa sino porque por un momento pensé que no sería para así como Mirai Nikki o Deadman Wonderland no lo fueron. Su énfasis en la temática elegida, de una naturaleza tan oscura que muchos trabajos que se precian de eso ya quisieran igualar, podría resultar demasiado para algunos y la impecable estructura realizada por Tachikawa hace que sea muy fácil perderse en el camino, no soportarla y dejarla ir pero con un solo capítulo sin ver, el argumento queda trunco y su magia desaparece. También, al distraerte, podrías perderte gran parte de su magia porque así como tiene una dirección bastante agresiva, también te hace tejer otra historia en tu cabeza a través de sutiles claves y conversaciones. Sin este sustrato de sutileza bien podrías estar viendo otra cosa y el encanto también desaparece.

Estoy bastante seguro que será un fracaso en ventas y caerá en el olvido del público general pero tendrá algunos admiradores fervientes que lo convertirán en un clásico de culto y si Tachikawa continua con la dirección que lleva, bien podría convertirse en alguien de importancia en un futuro. Él realizo Death Parade desde cero y con amor, escribió pensando perfectamente en lo que quería decir y planificó cada escena para comunicarlo.

Death Parade cumple con todas las razones por las que comencé a ver anime en primer lugar, es atrevido y  deja mucho que pensar, definitivamente está muy por encima de todo lo visto este año y el pasado (que no sean adaptaciones de cosas geniales pero viejas, como Mushishi).


5/5

PD: Estoy escribiendo estos mismos reviews para Ciudad Friki donde, además, hay más contenido. La diferenciación de contenido entre ciudad friki y este blog radica en que solo aquí abordare series viejas que apenas me he dignado a ver.