viernes, 25 de marzo de 2016

Boku dake ga inai machi -serie de otro tiempo-


Capítulos 12
Género: Muchas páginas la catalogan como misterio, personalmente la catalogaría en drama.
Impresión: Tiene todo por lo que veía anime en primer lugar yme hace pensar en cómo han cambiado las cosas.

Boku dake ga inai machi (el pueblo donde solo yo no estoy) o su título en inglés ERASED me ha hecho resurgir de entre mis cenizas dándome un motivo por el cual hablar y retomar nuevamente la escritura dentro de este blog prácticamente muerto y es que la serie en sí es magnífica y me recordó una vez más el motivo porque elegí el tema que elegí para escribir en este espacio y no otro: la complejidad mayor en comparación del material al que estaba expuesto usualmente pero no es estrictamente intrínseca mi motivación de escribir nuevamente, también me veo movido por las reacciones generales que hubo ante la serie y que me hacen repensar la animación japonesa y su estado actual.

El planteamiento de Boku Machi es sencillo: nuestro protagonista es un mangaka frustrado de veintinueve años que tiene una habilidad que él considera una maldición puesto que si se encuentra cerca de un evento desafortunado que ocurre termina reviviendo los últimos minutos de su vida con la finalidad de prevenir aquella tragedia que iba a ocurrir pero usualmente su intervención termina destruyendo su propia vida. Un día asesinan a su madre y lo inculpan, se activa su habilidad y su consciencia vuelve en el tiempo al punto donde podría evitar la cadena de eventos que llevo a lo ocurrido: Cuando iba en quinto de primaria, época en la que secuestraron y mataron a varios niños de su edad.

A partir de esta sinopsis sin duda clasificarías la historia dentro del género de misterio pero la realidad no podría estar más alejada de esa hipótesis puesto que su estructura si bien presenta un acertijo sencillo y juega justo para que la audiencia lo descubra (que lo hará, pronto y con facilidad), es esta la parte más débil de su estructura de manera intencionada ya que solo es el mecanismo que pone en movimiento todos los sucesos y como tal carece de los giros y artilugios que se usarían para hacer que un misterio resulte fuerte para llevar toda la trama.

En el lugar central tenemos, más bien, la conciencia adulta del protagonista atrapado en su cuerpo de diez años de edad y un análisis minucioso de cómo eran sus relaciones en ese tiempo con su madre y sus compañeros subvirtiendo su pasividad dada la motivación de prevenir los asesinatos. Acertadamente, la metáfora visual que se toma en este punto es la del protagonista viendo en compañía de su yo del pasado la película de su vida.

Hablando de metáforas visuales, debo decir que es de esas series que ganan algo en su transición de manga y anime, porque conserva la maestría de caracterización que distingue al escritor original y el motivo por el cual me atrapó pero gana además un cuidado cinematográfico del que pocas series pueden presumir destacando el juego de colores de manera explicita (para que la audiencia pueda captarlo) y sutil (para que la audiencia pueda interpretarlo) y los planos elegidos para cada toma, acoplados al lenguaje no verbal del que de por si ya estaban cargados los personajes.

La transición desgraciadamente no es perfecta, cabe aclarar, y la mayor debilidad de Boku Machi viene de su extensión, doce capítulos es un tiempo increíblemente limitado para contar la historia con el lujo de detalle que se hizo originalmente y cosas que hubiera amado ver animadas se pierden entre aquello designado como irrelevante pero aprecio la decisión del director de hacer lo mejor posible con una mala situación y es que dotarle de otra temporada habría sido una decisión aún peor. Temporada y media habría sido lo optimo pero las cosas no funcionan así en la industria.

Mi certeza con el tiempo poco ortodoxo que requiere para desplegarse en toda su genialidad será más obvia para aquellos que ya han visto la serie, tengan la opinión que tengan de ella, porque ese capítulo que bien pudo haber representado un final de temporada fue también el inicio del fin en el sentido del aprecio de la audiencia y podría entenderlo, quizá, bajo el argumento del ritmo acelerado que debió tomar o de todas esas cosas cortadas de la historia pero la realidad me resulta un poco más irónica:

Boku Machi abrió para ser aclamado por todos y no pude haberme sentido mejor por eso pero conforme la gente daba en el clavo del misterio fue perdiendo interés porque ocurrió un interés tan masivo por el misterio que la rompieron cuadro por cuadro, tanto los capítulos como los opening y los endings y descubrieron cosas maravillosas e interesantes, detalles que el autor original o los que hicieron la adaptación incluyeron para esas personas observadoras PERO perdieron de vista el todo que era más que las partes y con el misterio resuelto Boku Machi perdió su sentido para ellos. No importó todo lo que nos decía el paisaje y las tomas o lo que decían los personajes si no servían para avanzar en ese misterio que en realidad no lo era. Contrasto aquí con una serie aclamada en lo intelectual con la que también difiero mucho de la opinión general: Death note, que por el contrario sería mejor descrita como pulp con pretensiones de grandeza intelectual pero a pesar de verse terriblemente afectada por su propia estructura (y no fue sometida a tal escrutinio) se le dejo pasar en todas sus evoluciones. Su audiencia objetivo era shonen, por cierto.

Los seinen, como Boku Machi, usualmente sufren más al ser adaptados puesto que su carácter es más liberal y usualmente intentan cosas novedosas que bien pueden resultar en suicidios comerciales además de que su contenido con menos censura lleva a problemas con la forma de emitirlos. Curiosamente aquí Boku Machi tiene sus pretensiones más en el factor afectivo que en la demostración de violencia y brutalidad, carece de ese factor "rudo" que otros shonen (Death Note, Attack on Titan, Tokyo Ghoul) han simulado con muchísimo éxito y bajo estas supuestas carencias es juzgado de infantil, lo que me lleva al último clavo en la tumba de la apreciación de Boku Machi.

En tanto las pretensiones están en un plano afectivo, rompe completamente con las estructuras establecidas de cómo deberían de evolucionar las relaciones en una historia (nótese nuevamente, los capítulos luego del posible final de temporada) hacía una forma más realista que a su vez atenta contra los deseos de escapismo por el que usualmente se acude a la ficción.

Para ilustrar mi punto, permitanme salirme de mi medio y traer a su mente lo acontecido durante el primer libro de juego de tronos o la primera temporada con la familia Stark, específicamente el personaje de Ned. Un movimiento de Martin que marcó la dirección que su historia de fantasía iba a tomar, muy en contra de las tendencias de la fantasía popular (énfasis en la palabra popular, no digo que haya sido el primero) de ese entonces y a través de eso se hizo grande a pesar de haber "traicionado" las expectativas de su audiencia. En este caso la audiencia aceptó el contrato que tenía con Martin.

Uso la palabra traición porque es literalmente la palabra que fue usada luego de los vuelcos que llevan al clímax y que son consistentes con el tono y el estilo de la historia que está siendo contada. Lo más alarmante no es la insatisfacción sino la manera en que fue expresada a través de cierta etiqueta (que no voy a mencionar pues podría representar un spoiler mínimo, pero spoiler al fin), esa idea de que si no sigue cierta fórmula precisa y particular debe pertenecer a otra formula precisa y particular es justamente lo que alienta que el anime se haya convertido en un género con características muy específicas en lugar de un medio para contar historias.

La perdición de Boku Machi en este sentido fueron expectativas engendradas dentro del medio al que se adaptó su historia y eso me asusta no porque exista la posibilidad de que Boku Machi no te guste, sino porque implica que la audiencia esta conforme con ser alimentada una y otra vez una repetición de la misma historia solo con los elementos superficiales cambiados y esto pinta un panorama gris ante el posible resurgimiento del anime que se verá este año (Las adaptaciones van a ir con todo a lo largo de este año, grandes trabajos por todos lados). Me pregunto si esto significará que ahora deberemos voltear a ver el manga, que en japón es un medio mucho más abierto en cuanto a permisividad por parte de las editoriales  y cuenta con audiencias mucho más heterogéneas capaces de aceptar una historia a partir de lo que cuenta y no por las etiquetas a las que se conforma.

En fin, me desvié del tema principal que es Boku Machi pero puedo concluir que es una serie muy madura con un gran escritor y una adaptación que hizo lo mejor que pudo con lo que tenía. La recomiendo a todos los que gusten series en las que los personajes no dejan de hablar en todo momento y que te inviten a pensar (advirtiendo aquí no caer en la trampa de intelectualizar el misterio, es más bien una invitación a una reflexión afectiva), incluso si no te gusta el anime o nunca has visto uno te la recomiendo porque aparentemente, no pertenece ahí.

PD1: Si llegaste hasta aquí leyendo todo, gracias por leer mi muralla de texto.
PD2: Anécdota relevante: Otro autor nipón en una ocasión escribió un misterio de cuarto cerrado cuyo centro era la discusión sobre fantasía (como género) contra misterio en cuanto a proporcionar una solución coherente al acertijo y dejo las pistas claras siguiendo un juego aparentemente justo. Todos analizaron en busca de la respuesta al cuarto cerrado y se olvidaron de las implicaciones que ambos géneros tenían uno sobre el otro y se estrellaron de lleno contra el muro que el autor había tendido porque la respuesta estaba dentro de otro género.

Al final, todos odiaron al autor y el autor odio a todos; con el clímax (era un serial) se fue completamente al posmodernismo al ver que nadie había visto la respuesta frente a sus ojos y los personajes combatieron las etiquetas a las que habían sido asignados por todos los detectives de la audiencia y con la última revelación se despidió de la escritura por varios años.

Veredicto: 5/5