domingo, 19 de junio de 2016

One Punch-man -Triada heroica I: Entrando de golpe-



Capítulos: 11
Género: Comedia

Haré tres reseñas, cada una a su tiempo, de tres series recientes que están enfocadas en superhéroes más como lo conocemos de los comics americanos, cada una con su propio sabor y perspectiva, pero todas muy bien logradas (sorpresivamente). Además, captaron mi interés, puesto que obviamente los japoneses ven un mundo distinto y hablar de una constante universal como es la busqueda de la justicia en un medio que es un terreno poco explorado para el idioma del superhéroe, da pie a dialogos muy nutritivos para pensarnos y repensarnos como sociedad en contacto con otras.

Mientras que hablar Boku no Hero Academia por si solo no llenará una gran cantidad de espacio debido a su simpleza y honestidad, podría terminar sacando una tesis a partir de Concrete Revolutio. Por eso iniciaré por el punto medio en complejidad (y el primero en surgir) Que es One Punch Man.

La apertura de OPM abre con rock intenso, un puño muy bien dibujado que vemos que pertenece a un sujeto calvo con cara comicamente mal definida que va igualandoce a la calidad del resto conforme se acerca y continuan con escenas épicas de combate hasta que de pronto la calva del epónimo One Punch Man atrae un rayo. Al final del opening, vemos al héroe caminando de forma imponente, alejandose de nosotros con una bolsa de compras en la mano.

No hay mejor metáfora para OPM que esa y no es que haya sido una metáfora en primer lugar.

La trama va de un héroe que siempre deseo serlo sin tener ningún poder y a base de esfuerzo lo adquirió y se convirtió en el más fuerte de todos (¿familiar?) pero entonces ahí resulta que es practicamente invulnerable y puede eliminar cualquier amenaza de un solo puñetazo por lo que se vuelve aburrido y ese aburrimiento es lo que lo distingue.

La trama podría ir a cualquier lado, podría encontrar un rival que solo el puede vencer y sentirse inspirado o podrían pasar mil cosas y el protagonista así querría que ocurrieran pero la realidad es diferente y vive una vida terriblemente aburrida y alienada de la sociedad. Tiene un departamento pequeño y se cocina el mismo, absolutamente nada logra capturar su atención.

¿Entonces de que va todo esto? De la busqueda de ese oponente y de su respuesta a ¿Quien vigila a los vigilantes? En este caso, la respuesta es clara: La burocracia.

Un tono sardónico atraviesa toda la serie, en conjunto con recreaciones panel por panel de la mejora visual que Murata (Mangaka de Eyeshield 21) dió a lo que originalmente es un Webcomic creado de la mente de un autor llamado ONE. Un webcomic que se ve justo como vemos al protagonista, con tazos simples entre toda la complejidad agregada por el mangaka, él decidió conservar ese estilo particular de ONE para el protagonista porque sintió que reflejaba muy bien su pereza y esa decisión estilistica dice mucho del tipo de serie que es pero además de la profundidad con la que Murata entendió la obra de ONE antes de prestarse para darle presentación visual sin igual.

Visto desde su origen, tiene mucho más sentido que la clase trabajadora sea la que se encuentre entre su principal público, pues así como el shonen nos presenta al héroe que los niños quisieran ser a través de su esfuerzo y valor, OPM ya ha estado ahí y siente que está sobrevalorado, en algún punto la magia desapareció y lo que queda es un sentimiento de vacio y la pregunta de ¿Ahora qué? Muchas de las travesías que atraviesa Saitama tienen situaciones analogas en la realidad y no son nada agradables además de ser algo de lo que nadie parece advertirnos. Es imposible resonar y simpatizar con este personaje peresozo porque en realidad no lo es del todo, solo vive su vida en piloto automático esperando la emoción que en algún momento sintió

Pero sólo con cinismo y burlas pesimistas de la realidad aplicada a los superhéroes, OPM no llegaría a ser lo que es, hemos visto como el rayo conecta en la calva y la cara desdibujada del protagonista pero detrás de todo esto tenemos un héroe finalmente que, si no fuera tan flojo como para no estar bien dibujado, incluso podríamos decir que es bien parecido (exceptuando su calvicie, tal vez) y nuevamente en el simbolismo está la clave de lo que realmente estamos viendo.

Saitama, el OPM, es un héroe en todo el sentido de la palabra e incluso ante el aburrimiento o la sociedad que parece castigarlo más de lo que le agradece, él mantiene sus principios tan invencibles como su cuerpo y acepta lo que le ha tocado incluso si le disgusta, porque cuando la situación lo amerita no hay duda alguna que tiene los pantalones (si bien, no el cabello) bien puestos y ha pensado muy bien sobre lo que significa ser un héroe. Nos hace complices de una introspección que todos los demás personajes de su mundo parecen ignorar o no percibir ¿No es eso una situación tremendamente romántica? A pesar de que en la realidad es lo mismo, incluso sin malicia, nuestros pensamientos sin emitir permanecen de esa forma y ante el tedio de la vida cotidiana ¿cuál es la persona que podrías decir que conoces a la perfección? ¿Qué es lo que los hace moverse? ¿Cuál es el impulso detrás de sus actos?

En conclusión, Saitama es el héroe de los adultos jóvenes que han llegado más o menos a aquello por lo que lucharon y se dan cuenta de las cosas no son tan agradables como pensaban que serían, representa el espíritu trabajador nipon así como una crítica al sistema que lo atraviesa, más que encarnar el patriotismo o las armas de destrucción masiva (Que también me encantan los superhéroes americanos, no se entienda esto como un juicio de valor).

Si un héroe puede surgir de algo que para nosotros es tan vanal como el espíritu trabajador ¿Qué nos espera en la densidad de Concrete Revolutio o en la simpleza de Boku no Hero academia? Sin duda algo increiblemente interesante.

5/5 - Gran obra.

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